Una pandilla haitiana conocida por sus secuestros y homicidios fue acusada por la policía de raptar a 17 misioneros de una organización estadounidense, entre los que se cree hay cinco menores.
La banda 400 Mawozo secuestró al grupo de misioneros en Ganthier, una comunidad al este de la capital Puerto Príncipe, dijo Frantz Champagne, inspector de la policía haitiana, a The Associated Press. Se responsabilizó a la pandilla del secuestro de cinco sacerdotes y dos monjas hace unos meses en Haití.
La pandilla, cuyo nombre quiere decir algo así como “400 hombres inexpertos”, controla la zona de Croix-des-Bouquets donde está Ganthier. Allí, según autoridades, perpetra robos, secuestros y extorsiones.
La organización Christian Aid Ministries, con sede en Ohio, dijo que el grupo secuestrado incluía a 16 estadounidenses y un canadiense; en total son siete mujeres, cinco hombres y cinco menores. La organización señaló que realizaban un viaje para visitar un orfanato.
“Únanse a nosotros para rezar por aquellos que están secuestrados, por los secuestradores y las familias, amigos e iglesias de los afectados”, manifestó Christian Aid Ministries en un comunicado. “Como organización, encomendamos esta situación a Dios y confiamos en que Él nos hará salir adelante”.
En su reporte anual emitido el año pasado, la organización señaló que el personal estadounidense había regresado a su sede en Haití luego de una ausencia de nueve meses “debido a la inestabilidad política”. El reporte hacía notar la “incertidumbre y dificultades” provocadas por dicha inestabilidad.
Haití nuevamente está sufriendo un repunte en los secuestros efectuados por pandillas tras una disminución en meses recientes, luego de que el presidente Jovenel Moïse fue baleado de muerte en su residencia privada el 7 de julio y un terremoto de magnitud 7,2 sacudió a la nación en agosto y provocó más de 2.200 muertes.
Hace casi un año, la policía haitiana emitió un afiche de búsqueda del presunto líder de la pandilla, Wilson Joseph, por cargos que incluyen asesinato, intento de asesinato, secuestro, robo de automóviles y de camiones con mercancías. Se le conoce con el sobrenombre de “Lanmò Sanjou”, que significa “la muerte no sabe qué día vendrá”.
Joseph, a quien no se pudo contactar de inmediato para que diera sus comentarios, ha publicado videos que detallan los presuntos crímenes que la pandilla ha cometido en los últimos años.
En una ocasión, cuando la pandilla comenzó a disparar contra un pequeño autobús que llevaba varios pasajeros a bordo y mató a un menor, Joseph dijo que no era su culpa porque el conductor del autobús se negó a detenerse.
En un video más reciente aparece sosteniendo una botella de alcohol rodeado por varios hombres fuertemente armados. Otra grabación de junio muestra a personas huyendo de una iglesia luego de que surgieran disparos en el exterior un sábado por la mañana. La pandilla fue acusada de allanar la zona e incendiar automóviles.
Una fuente oficial estadounidense, que habló a condición de guardar el anonimato, informó que Estados Unidos está en contacto con las autoridades haitianas para tratar de resolver el caso.
Christian Aid Ministries fue objeto del escrutinio público en 2019, cuando uno de los ex trabajadores de la organización que estuvo asentado en Haití fue declarado culpable de abusar sexualmente de menores de edad en Ohio.
Jeriah Mast, de 40 años, cumple una condena de nueve años en una prisión de Ohio. Durante la audiencia, el juez dijo que Mast le comentó que también había abusado de por lo menos 30 niños en Haití en un lapso de 15 años, de acuerdo con el periódico The Daily Record en Ohio.
La organización religiosa indicó en un comunicado emitido en mayo de 2020 que había alcanzado un acuerdo extrajudicial con las víctimas en relación con un caso de abuso sexual en la comunidad haitiana de Petit Goave y que había entregado a otras víctimas un total de 420.000 dólares como indemnización y otro tipo de ayuda.
En medio del repunte de secuestros, las pandillas han exigido rescates que van desde unos doscientos dólares a más de un millón, de acuerdo con las autoridades.
El mes pasado, un diácono fue asesinado frente a una iglesia de Puerto Príncipe y su esposa fue secuestrada, una de decenas de personas que han sido raptadas en los últimos meses en el país.
En los primeros ocho meses de 2021 se reportaron a la Policía Nacional de Haití al menos 328 secuestros, frente al total de 234 en 2020, según un reporte publicado el mes pasado por la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití, conocida por sus siglas en inglés BINUH.
Se ha acusado a las pandillas de secuestrar a escolares, médicos, policías, al pasaje completo de autobuses y a otras personas conforme van ganando poder.
En abril, un hombre que afirmó ser el líder de la pandilla 400 Mawozo comentó a una estación de radio que ellos fueron los responsables del secuestro de cinco sacerdotes, dos monjas y tres familiares de uno de los sacerdotes el mes pasado. Posteriormente todos fueron liberados.
El aumento en los secuestros y la violencia relacionada con las pandillas ha provocado que los haitianos tomen vías alternas en algunas zonas controladas por pandillas, mientras que otros prefieren permanecer en sus hogares, lo que significa que tienen menos ingresos.
Personas como Charles Pierre, un conductor de moto taxi en Puerto Príncipe que tiene varios niños que alimentar, se han visto afectados por ello.
“La gente no está saliendo a las calles”, comentó. “No podemos encontrar gente a la que transportar”.
Hay una protesta programada con el fin de denunciar la falta de seguridad en la nación.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el viernes de forma unánime una extensión en la misión política del organismo en Haití.