La Cámara de Representantes aprobó este viernes el ambicioso plan de gasto social, educativo y climático del presidente estadounidense, Joe Biden, con lo que pasa ahora al Senado donde enfrenta todavía un futuro incierto antes de convertirse en ley dada la estrecha mayoría de los demócratas en esa cámara. Biden saludó la votación del proyecto de ley de gasto social calificándola como un «paso de gigante».
El paquete social, bautizado en inglés como «Build Back Better» (‘Reconstruir mejor’), está valorado en 1,75 billones de dólares y ampliaría los programas sociales dirigidos a menores y ancianos, además de dedicar 550.000 millones a la lucha contra la crisis climática en Estados Unidos. Superó la votación con 220 votos a favor y 213 en contra. Es el segundo gran proyecto de gasto público de la administración Biden, después de la aprobación de un gigantesco plan de infraestructuras.
El proyecto de ley contempla, en sus más de dos mil páginas, educación preescolar universal, ayudas para cuidado infantil, la ampliación de programas de atención médica y ayudas fiscales a la paternidad, entre otras disposiciones. Sin embargo, los propios demócratas han reducido algunas inversiones y acortado algunos programas para recortar el gasto previsto. Algunas iniciativas han sido abandonadas por completo.
Se da por seguro que en el Senado se produzcan también enmiendas al texto. Los demócratas, que tienen mayoría en la cámara baja, confían en poder enviar antes de Navidad la ley al presidente Joe Biden para que firme su proclamación definitiva. Se espera que los republicanos, que rechazan la ley en su totalidad, dejen que la aprueban los demócratas en solitario.
La propia Casa Blanca y la Cámara de Representantes han ofrecido resúmenes del texto legislativo, en los que las agencias estadounidenses destacan, por ejemplo, un permiso pagado por maternidad de cuatro semanas (frente a la propuesta inicial de Biden de doce semanas), un incremento del gasto en educación superior de 40.000 millones de dólares, entre becas y otros programas, escolarización universal para niños de 3 y 4 años, la construcción de un millón de viviendas públicas o un fondo de 320.000 millones de dólares para financiar a familias y empresas que inviertan en energías limpias, incluidos vehículos eléctricos.
Quedaron fuera del proyecto de ley la propuesta de incluir cobertura dental y oftalmológica en el seguro médico público Medicare por las dudas de los propios demócratas sobre sus costes y una propuesta para ofrecer hasta dos años gratuitos en universidades públicas.