Estados Unidos compartió con sus aliados europeos inteligencia que muestra una acumulación de tropas y artillería rusas listas para una invasión rápida y a gran escala en Ucrania desde múltiples ubicaciones, en medio de las crecientes preocupaciones de Washinton sobre las posibles intenciones del presidente ruso Vladimir Putin.
Estados Unidos transmitió esa inteligencia, que incluye mapas, con algunos miembros de la OTAN la semana pasada, según revelaron fuentes familiarizadas con el asunto a Bloomberg.
De acuerdo a la inteligencia recolectada por EEUU, las tropas rusas cruzarían a Ucrania desde Crimea, la frontera rusa y a través de Bielorrusia, con alrededor de 100 grupos tácticos de batallón, potencialmente alrededor de 100.000 soldados, en una operación que sería llevada a cabo en un terreno accidentado y en condiciones climáticas adversas. Se trataría una ocupación potencialmente prolongada, según la información.
Según dos fuentes citadas por el medio estadounidense, aproximadamente la mitad de ese número de grupos tácticos ya estaba en posición y que cualquier invasión estaría respaldada por apoyo aéreo.
Además, Rusia convocó en secreto a miles de reservistas en una escala sin precedentes en la época postsoviética. Según las fuentes, los reservistas tendrían el objetivo de asegurar el territorio después de que los batallones tácticos allanaran el camino.
Estados Unidos compartió además información sobre un aumento exponencial de la desinformación contra Kiev y que Moscú había reclutado agentes para intentar desestabilizar Ucrania.
Las intenciones de Putin, un enigma
La concentración de tropas rusas cerca de Ucrania ha dejado perplejos a los funcionarios estadounidenses y ha complicado la respuesta de la administración de Joe Biden, tras la imposición de sanciones a Rusia por su papel en el conflicto de Ucrania, los ataques cibernéticos a la infraestructura de Estados Unidos y la interferencia en las elecciones estadounidenses.
Algunos legisladores republicanos han estado presionando a Estados Unidos para que intensifique el apoyo militar a Ucrania. Pero podría convertir lo que puede ser una simple demostración de fuerza de Putin en una confrontación en toda regla que solo aumenta el peligro para Ucrania y podría desencadenar una crisis energética en Europa.
Pero una respuesta estadounidense débil conlleva sus propios riesgos. Podría animar a Putin a tomar medidas más agresivas contra Ucrania a medida que crecen los temores de que pueda intentar apoderarse de más de su territorio. Y podría causar más daño político al presidente Joe Biden en un momento en que su popularidad está cayendo.
Saber cómo lograr el equilibrio adecuado sería más fácil si Estados Unidos tuviera una mejor comprensión de lo que Putin está tratando de lograr. Pero los altos funcionarios admiten que no lo saben.
“No estamos seguros exactamente de lo que está haciendo el señor Putin”, dijo el miércoles pasado el secretario de Defensa Lloyd Austin. Una semana antes, el secretario de Estado, Antony Blinken, dijo: “No tenemos claridad sobre las intenciones de Moscú, pero conocemos su libro de jugadas”, aludiendo a la estrategia rusa de reunir fuerzas cerca de la frontera y luego invadir, “alegando falsamente que fue provocado”.
El representante Mike Quigley, demócrata de Illinois y miembro del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, dijo que comprender mejor las intenciones de Putin era fundamental “para evitar los errores que han iniciado grandes guerras”.
Cualquier respuesta de Estados Unidos debe estar calibrada para evitar ser “un apaciguador o un provocador”, dijo.
“Esta es un área difícil, difícil de tratar de obtener información”, dijo. “Es un desafío que es tan duro o más difícil de lo que nunca ha sido. Tiene un impacto bastante serio en nuestra capacidad para tomar las decisiones correctas“.
Rusia se apoderó de la península de Crimea en Ucrania en 2014 y un conflicto en curso en el este de Ucrania entre Kiev y los rebeldes respaldados por Rusia en la región conocida como Donbas ha dejado un estimado de 14.000 muertos.