Elon Musk se ha desprendido de 4,5 millones de acciones de Tesla, cerca del 3% de su participación, valoradas en 5.000 millones de dólares para hacer frente al pago de impuestos y tras votar Twitter en una encuesta que venda el 10% de sus títulos en la empresa.
El empresario ha vendido las acciones esta semana en dos tramos: uno de 934.000 por 1.100 millones, ya contemplado en un plan de ventas presentado en septiembre; y otro de 3,6 millones por 4.000 millones de dólares, este sin previsión. Musk mantiene en un fideicomiso 170,4 millones de acciones valoradas en 183.000 millones de dólares, pilar de su fortuna.
No está claro que las operaciones estén estrictamente relacionadas a la encuesta que lanzó en las redes sociales. De hecho, estas ventas, las primeras que realiza el milmillonario desde el 2016, llegan tras ejercer opciones para adquirir 2,15 millones de acciones de Tesla a 6,24 dólares, muy inferior a los 1.068 dólares a los que cotizan en la actualidad.
Al hacerse con nuevas acciones, Musk deberá afrontar una considerable factura fiscal que cubrirá con los millones recaudados. Y es que el empresario ha recordado recientemente que no cobra ni salario ni bonus, por lo que las acciones que posee son su fuente de liquidez cuando la precisa.
Las acciones de Tesla se hundieron en los días siguientes a cerrarse la encuesta, hasta un 12% en una única jornada, si bien en la última sesión ha recuperado algo de terreno.
Cuatro antiguos y actuales miembros de la junta de Tesla, incluido el hermano de Musk, Kimbal Musk, presentaron una solicitud para vender acciones por valor de casi 1.000 millones de dólares desde que el valor de mercado de superar el billón de dólares a fines del mes pasado, según documentos oficiales.
