Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, en inglés) han aprobado este jueves administrar dosis de refuerzo de las vacunas contra la COVID-19 de Moderna y de Johnson&Johnson (Janssen) para algunos casos.
La directora del organismo, Rochelle Walensky, ha tomado la decisión después de que los 15 miembros de un panel asesor votaran horas antes por unanimidad a favor de recomendar los refuerzos para estas dos vacunas, que se suman a la aprobada el mes pasado para Pfizer.
En el caso de Moderna, igual que en el de Pfizer, se aprueba la dosis de refuerzo a administrar seis meses después de recibir la segunda para los mayores de 65 años, así como para personas con enfermedades inmunodepresoras o que vivan o trabajan en lugares de riesgo.
Por otro lado, todas las personas que recibieron la dosis única de Johnson&Johnson podrán optar ahora a una de refuerzo dos meses después del primer pinchazo.
Walensky ha ido más allá de las recomendaciones del panel y ha promovido abiertamente que las personas puedan mezclar vacunas. «Las personas pueden elegir qué vacuna recibir como dosis de refuerzo. Algunas personas pueden tener una preferencia por el tipo de vacuna que recibieron originalmente y otras pueden preferir recibir un refuerzo diferente», dijo. «Las recomendaciones -añadió- de los CDC ahora permiten este tipo de combinación».