El Gobierno de Estados Unidos anunció que el 70 % de los adultos del país cuenta ya con la pauta de vacunación completa, e informó que partir del 8 de noviembre se espera que esté en “pleno funcionamiento” su plan para la inoculación contra la covid-19 a los niños de entre 5 y 11 años.
Así lo indicó el coordinador de la respuesta contra el COVID-19 de la Casa Blanca, Jeffrey Zients, durante una rueda de prensa virtual.
“Hemos alcanzado dos importantes hitos: el 80 % de los adultos tienen ya al menos la primera dosis, y el 70 % de los adultos, de los mayores, están completamente vacunados”, afirmó Zients.
La vacunación en el país se ralentizó en verano, pero ha vuelto a repuntar en las últimas semanas debido a los mandatos decretados por el presidente estadounidense, Joe Biden, para empleados federales y los desplegados por numerosas empresas.
Por otro lado, Zients destacó que EEUU se ha asegurado ya dosis suficientes de la vacuna Pfizer-BioNTech para los 28 millones de niños de entre 5 y 11 años en el país, y apuntó que la Casa Blanca espera que “a partir de la semana del 8 noviembre la vacunación de niños estará a pleno funcionamiento”.
En esta ocasión, las vacunas para los niños, que están compuestas por un tercio del suero de los adultos y también incluyen dos inyecciones separadas, no serán administradas en centros de vacunación masivos, sino que se hará en clínicas pediátricas y farmacias.
El objetivo del Gobierno estadounidense es que la inmunización de los menores sea más eficiente que la de los adultos, cuyo comienzo hace diez meses estuvo marcado por la escasez de dosis que hizo que muchos tuvieran que esperar para recibir los sueros disponibles.
El anuncio del plan llega a pocos días después de la luz verde de la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA, en inglés) y antes de la reunión definitiva prevista para esta semana de los Centros de Control de Enfermedades (CDC, en inglés) sobre el suministro de la vacuna Pfizer-BioNTech para los menores de ese grupo poblacional.
Por otra parte, los reguladores de Estados Unidos están demorando su decisión sobre la aplicación de la vacuna de Moderna contra el COVID-19 en niños de 12 a 17 años mientras estudian un inusual riesgo de inflamación cardíaca que puede provocar, informó la farmacéutica el domingo.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus iniciales en inglés) indicó el viernes a la compañía que su revisión podría tardar hasta enero, comentó Moderna.
La empresa también señaló que retrasará la presentación de una solicitud de autorización para uso de emergencia de una dosis menor de la vacuna para niños de 6 a 11 años.
La inflamación del corazón es un riesgo sumamente raro tanto en la vacuna de Moderna como en la de Pfizer, y se registra con mayor frecuencia en hombres jóvenes y niños. Es complicado detectar el problema en ensayos clínicos. Y las autoridades de salud pública han subrayado en reiteradas ocasiones que el mismo COVID-19 puede provocar la inflamación en una mayor incidencia que los casos inusuales provocados por la vacuna.
En Estados Unidos, la vacuna de Moderna está autorizada para su uso en mayores de 18 años.
Moderna señaló que más de 1,5 millones de adolescentes a nivel mundial han recibido la vacuna y que el número de reportes de inflamación de corazón “no deja entrever un riesgo aumentado” para aquellos menores de 18 años.
En Estados Unidos, los niños de 12 a 17 años pueden recibir la vacuna producida por Pfizer y su socia BioNTech.
La FDA tomó medidas la semana pasada para permitir el uso de la vacuna de Pfizer en niños de 5 a 11 años. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus iniciales en inglés) debatirán el tema esta semana.
Moderna también ha estado realizando pruebas de dos inyecciones, con un mes de diferencia, para niños de 6 a 11 años, con la mitad de la dosis que se aplica a los adultos.