Rick Smith, el creador de la pistola Taser y las cámaras corporales que usan todos los agentes de policía norteamericanos, tiene la vista puesta en el mercado militar estadounidense.
Su empresa Axos, de hecho, acaba de firmar un acuerdo con la Guardia Nacional de Estados Unidos para desplegar equipos de infantería o incluso de operaciones especiales.
El objetivo es desarrollar drones capaces de disparar descargas eléctricas y grabar al mismo tiempo lo que ocurre.
Los dispositivos, dotados de Inteligencia Artificial, además, podrían transcribir en tiempo real las conversaciones, enviar señales de alerta, y facilitar la auditoría del buen uso de los equipos.
Históricamente, las armas no letales no han atraído mucho a los militares, sin embargo, Smith cree que sus dispositivos pueden colaborar en la interacción con civiles en zonas de conflicto, especialmente en entornos urbanos.
“Si se puede utilizar la fuerza no letal para lograr el mismo efecto de supresión, podría ser mucho más fácil operar en más entornos”, afirmó.
Los futuros avances en robótica harán que las pistolas Taser y otras tecnologías no letales sean más fáciles de desplegar en entornos de combate, agregó Smith.
“El despliegue en drones, por ejemplo, daría a la Taser un alcance mayor a los 7,5 metros actuales”, precisó.
Según detalla el portal Defense One, Axon estima que los drones Taser estarán disponibles en tres años.
No obstante, Smith explicó que la empresa debe tener muy claras las leyes que guiarán el camino.
“Una de las preocupaciones que tiene la gente es que la policía o los militares vayan a utilizarlo en exceso. Bueno, creo que es una preocupación legítima, pero tiene solución. Y la forma de hacerlo es mediante un mayor escrutinio y supervisión”, expresó.