El jurado de Kenosha consideró este viernes inocente de todos los cargos a Kyle Rittenhouse, de 18 años. La sentencia supone la victoria de la tesis de que este adolescente, que tenía 17 años en agosto de 2020, mató a dos manifestantes e hirió a otro en defensa propia durante las manifestaciones raciales que se produjeron en esta ciudad de Wisconsin. Las manifestaciones fueron consecuencia del tiroteo a un hombre negro, Jacob Blake, a quien un policía le pegó siete tiros. Blake sigue paralizado y recuperándose de las heridas.
El ahora ex acusado acudió aquel día armado con su fusil semiautomático AR-15 para proteger el negocio de coches de un conocido. Luego se vio involucrado en las protestas. Mató a Joseph Rosembaum y Anthony Huber.
En cuanto se anunció que había veredicto, la cara de Rittenhouse perdió la sonrisa. Respiraba profundamente. Se le veía compungido. Después de 25 horas de deliberaciones, iniciadas el pasado martes, los doce ciudadanos que han juzgado este caso anunciaron que tenían una decisión.
Por cinco veces se escuchó la respuesta de “inocente” o no culpable, una por cada uno de los cargos que se habían presentado. El acusado volvió a emocionarse, poco a poco, a medida que avanzaba cada uno de los pronunciamientos. Hasta que escuchó el último, cuando pareció a punto de perder el equilibrio.
El juez Bruce Schroeder, que ha presidido la vista oral, agradeció fervorosamente la participación a los integrantes del jurado. Dijo que habían hecho un trabajo ejemplar y destacó de ellos su puntualidad.
Aunque el veredicto hiera la sensibilidad de muchos, porque supone una defensa tácita de la capacidad de los ciudadanos para ir armados y asumir el papel de «vigilante» o parapolicía, tal como ha transcurrido el juicio, en el que incluso los testigos del fiscal parecieron avalar la tesis de la defensa propia, había poco margen para que el final no fuera éste.
El veredicto significa que la fiscalía no tiene capacidad alguna para apelar. Este es un caso cerrado. Rittenhouse, que se hallaba bajo fianza, recupera plenamente su libertad. En cambio, en la ciudad existe el temor de que una resolución así pueda generar una repetición de los conflictos. Las autoridades del estado ya cuentan con el despliegue de 500 militares de la guardia nacional en prevención de algaradas.
La absolución de Rittenhouse significa la victoria de la parte del país que defiende la posesión de armas y su derecho a salir en defensa de la sociedad cuando consideran que está en peligro. La presa de la ultra derecha, el ‘trumpismo’ en general, se ha apuntado un éxito rotundo. Según su versión, el enemigo y los terroristas son los antifascistas.
«Estoy con lo que ha concluido el jurado. El sistema de jurado ha funcionado y tenemos que acatar su decisión», respondió el presidente Joe Biden. En su día, él atribuyó la acción de Rittenhouse al supremacismo blanco.
Justin Blake, tío de Jacob Blake, expresó su total disgusto con esta decisión y subrayó que hay dos países en Estados Unidos. «Tenemos el corazón roto», indico. La familia de uno de los difuntos, Anthony Huber, se mostró abatida. «Anthony pensó que era un pistolero y lo enfrentó, su muerte ha sido en vano».
No lejos se escuchaban los gritos desafiantes de los defensores de Rittenhouse. Su abogado reiteró que el joven quiere recuperar el sentido de su vida. Y matizó: «Su deseo es que esto nunca hubiera ocurrido, pero insiste que él no empezó esto».
El presidente Biden emitió un comunicado haciendo una llamada a la calma y a mantenerse dentro de la legalidad. «Con este veredicto, muchos estadounidenses están enfadados y preocupados, incluido yo mismo, pero tenemos que reconocer que el jurado ha hablado», indicó. «Prometí unir a Estados Unidos, porque creo que los que nos une es más que lo que nos divide. Sé que no vamos a restañar nuestro país de la noche a la mañana, pero me mantengo en mi compromiso de hacer todo lo que este a mi alcance para lograrlo», subrayó.
