Mientras China ha anunciado que esta iniciando una investigación sobre decenas de miles de muestras de sangre de la ciudad de Wuhan como parte de un estudio sobre los orígenes del COVID-19, la Organización Mundial de la Salud (OMS) busca lanzar un nuevo comité que reinicie otra serie de analisis para detectar dónde surgió la pandemia.
Las decisiones, tanto de China como de la OMS, se producen en medio de crecientes pedidos de transparencia sobre la aparición del SARS-CoV-2. En ambos casos, las investigaciones están centradas en el almacenamiento de hasta 200.000 muestras, una posible fuente de información que podría ayudar a determinar cuándo y dónde cruzó el virus por primera vez a los humanos.
En tanto, según adelanta The New York Times, más de 700 personas han solicitado puestos en un nuevo comité de la Organización Mundial de la Salud que busca salvar las estancadas investigaciones, en medio de sospechas de favoritismos a los intereses de Beijing, desde el comienzo de las pesquisas sobre el virus.
El segundo grupo de estudio, que sería anunciado esta semana, se formalizará a pesar de lo difícil de encarar este trabajo luego del transcurso de tanto tiempo desde el inicio de la pandemia. Sin embargo, la conformación de este equipo representa un intento del organismo en conflicto para restablecer un enfoque objetivo para determinar cómo comenzó la pandemia.
Las muestras que preserva China son consideradas “pistas vitales” por lo cual se insta a que estas pruebas, como las investigaciones que ordena Beijing, estén accesibles a la supervisión de expertos extranjeros para poder validar las gestiones y resultados.
La propuesta de la OMS, para liderar otra investigación, se produce a pocos días que el organismo realice una nueva advertencia sobre la continuidad del riesgo por la pandemia del coronavirus. La jefa de gestión de la epidemia Covid-19 dentro del organismo internacional de salud, Maria Van Kerkhove, destacó que el coronavirus aún no estaba bajo control, mientras muchos son los que creen erróneamente que la pandemia casi ha terminado.
Van Kerkhove, refiriéndose al nuevo grupo, indicó que estará integrado por unas dos docenas de virólogos, genetistas, expertos en animales y especialistas en seguridad y protección. Para la funcionaria, este equipo ayudaría a la organización a regresar a sus raíces en medio del rencor y el debate sobre la falta de imparcialidad sobre los orígenes del virus.
Los anuncios se realizan después de nueve meses que un primer grupo de expertos fuera a Wuhan, sin que los esfuerzos de investigación arrojen resultados concretos. Incluso, estos trabajos no lograron disolver las sospechas de influencia del gobierno Chino para condicionarlos.
Para eludir estas dudas, la organización presentará un grupo asesor con especialistas en campos como la seguridad y la bioseguridad de los laboratorios, un paso que, según los expertos, puede ayudar a aplacar a los gobiernos occidentales que presionan para considerar si el virus surgió de un laboratorio. Además, el comité tendrá el mandato de evaluar la aparición de nuevos patógenos más allá de este nuevo coronavirus, haciendo que la permanencia de este equipo permita aislar las disputas políticas y fortalecer la gestión del organismo mundial frente a futuras epidemias.
El Gobierno de Estados Unidos, por orden del presidente Joe Biden, llevó adelante una investigación sobre el virus. No obstante, el documento que llegó a manos del jefe de Estado, no pudo determinar si la propagación provino de una transmisión natural de animales a humanos o de una fuga de laboratorio. Ambas teorías plausibles, que no pudieron determinar cuál sería la más probable.
Frente a las nuevas investigaciones, los expertos esperan que China posibilite ofrecer la trazabilidad de los primeros contagios y, al mismo tiempo, permita inspeccionar los laboratorios que trabajan con virus, los mercados de ventas de animales, granjas, cuevas de murciélagos, con la suficiente libertad para analizar todas las evidencias posibles.
China, por su lado, ha garantizado una transparente apertura para permitir el trabajo internacional, a pesar de rechazar las últimas afirmaciones de ciertos investigadores estadounidenses que vinculan la pandemia con un escape del virus de un laboratorio del país.