Los obispos católicos de Estados Unidos aprobaron el miércoles por abrumadora mayoría un documento sobre la comunión que no llega a negarle el sacramento a políticos que apoyan el derecho al aborto, como el presidente Joe Biden, pero tácitamente justifica a los obispos individuales que lo hagan.
En su primera declaración importante sobre la comunión en 15 años, el documento de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos titulado “The Mystery of the Eucharist in the Life of the Church” (El misterio de la eucaristía en la vida de la Iglesia) no se refiere explícitamente al debate sobre los funcionarios, el aborto y el sacramento que ha rodeado el documento durante meses y que inspiró en parte su redacción.
En cambio, ofrece un panorama general del magisterio de la Iglesia, destacando la importancia central de la eucaristía en la fe y la oración y refleja en parte la preocupación de los obispos de que muchos católicos desconocen o no aceptan ese magisterio.
La conferencia lo aprobó en su conferencia de otoño por 222 votos contra ocho después de una serie de revisiones menores por parte de los redactores del Comité de Doctrina de la conferencia.
Los redactores agregaron una referencia a “los no nacidos” junto con las personas vulnerables, como los inmigrantes, los adultos mayores y las víctimas de la injusticia racial. También destacaron la definición de “escándalo” que debilita la voluntad de otros católicos de seguir el magisterio de la Iglesia.
Esta revisión es la de un pasaje que reafirma la declaración de 2006 según la cual es un escándalo si un católico “en su vida personal o profesional rechazara consciente u obstinadamente” las doctrinas o enseñanzas morales de la Iglesia.
El documento no identifica a Biden ni a otros políticos por nombre, pero dice que “los legos que ejercen alguna forma de autoridad pública tienen una responsabilidad especial de encarnar el magisterio de la Iglesia”.